Artículo de Álvaro Cárcel, Partner.
En el contexto actual, las empresas enfrentan el reto de equilibrar sus objetivos económicos con la responsabilidad ambiental y social. Recientemente, desde Saltor Talent tuvimos el privilegio de participar en la organización y posterior moderación de una sesión en la escuela de negocios EADA, dedicada a discutir las mejores prácticas y estrategias en materia de ESG (Environmental, Social, and Governance). Contamos con la presencia de diferentes profesionales expertas representando distintos sectores de actividad (gran consumo/bebidas, farma y traveltech).
El objetivo de este breve artículo es compartir algunas reflexiones y mensajes clave que surgieron a lo largo de la discusión.
Impacto Empresarial: Medición y Transformación
Toda actividad empresarial genera un impacto, ya sea positivo o negativo. La clave está en reconocer esta realidad y comprometerse a medir dicho impacto. La medición es el primer paso para gestionar y eventualmente transformar los efectos negativos en positivos. Herramientas y metodologías como los informes de sostenibilidad y las auditorías ambientales son fundamentales para este propósito. Al cuantificar el impacto, las empresas pueden identificar áreas críticas de mejora y desarrollar estrategias específicas para abordar estos desafíos.
Análisis de Ciclo de Vida: Identificación de Impactos
Un excelente punto de partida para cualquier empresa que desee mejorar su sostenibilidad es realizar un análisis de ciclo de vida (ACV), Este enfoque permite a las organizaciones evaluar el impacto ambiental de sus productos y procesos de principio a fin. El ACV ayuda a identificar dónde se producen los mayores impactos en toda la cadena de valor, ya sea en la extracción de materias primas, la fabricación, el transporte o el uso y disposición del producto. Con esta información, las empresas pueden focalizar sus esfuerzos en áreas críticas, implementando mejoras que reduzcan significativamente su huella ambiental.
Visión Sistémica: Integración y Colaboración
La sostenibilidad no se puede lograr en aislamiento. Las empresas deben adoptar una visión sistémica, reconociendo su papel dentro de un ecosistema más amplio. Esto implica comprender cómo las operaciones de una empresa afectan y son afectadas por otros actores en la cadena de valor, incluidos proveedores, clientes y comunidades locales. Colaborar con estos grupos de interés es esencial para fomentar prácticas sostenibles a lo largo de toda la cadena. La integración de políticas y prácticas de sostenibilidad en cada etapa del negocio asegura que todos los participantes estén alineados hacia un objetivo común de sostenibilidad.
Compromiso de la Dirección y Formación de Equipos
El avance en materia de ESG requiere un firme compromiso de la alta dirección. Sin el apoyo y la implicación de los líderes empresariales, cualquier esfuerzo de sostenibilidad está destinado al fracaso. Es fundamental que la dirección no solo respalde las iniciativas ESG, sino que también participe activamente en su implementación. Además, la formación de equipos internos es crucial. Los empleados deben estar capacitados y alineados con los objetivos de sostenibilidad de la empresa. Programas de formación y sensibilización ayudan a crear una cultura organizacional donde la sostenibilidad se convierte en una prioridad compartida.
Acción y Comunicación: Un Enfoque Basado en la Transparencia
Uno de los mensajes más poderosos de la sesión fue la importancia de actuar antes de comunicar. Las empresas deben enfocarse primero en implementar cambios y mejoras sostenibles. Solo después, y una vez que se hayan logrado resultados tangibles, deben comunicar estos avances. La transparencia y autenticidad son esenciales en este proceso. Comunicar sin haber actuado puede dañar la credibilidad y la reputación de la empresa. Las historias de éxito auténticas y verificables, basadas en acciones concretas, fortalecen la confianza y el compromiso de los grupos de interés.
Conclusión
La transición hacia prácticas empresariales sostenibles es un desafío complejo, pero lleno de oportunidades, y una de las claves de la supervivencia de muchas empresas mirando al futuro.
En la actualidad, y sin duda de cara al futuro inmediato, la capacidad de incorporar la sostenibilidad en las agendas estratégicas de cada departamento, ha dejado de ser una opción para convertirse en una obligación directiva.
Solo con un compromiso genuino y un esfuerzo compartido entre ciudadanos, consumidores, empleados, directivos, empresarios y políticos, podremos crear un futuro verdaderamente sostenible y equitativo para todos.