Artículo de Álvaro Cárcel, Partner. 


 En el mundo empresarial actual, la gestión de una carrera directiva va mucho más allá de simplemente alcanzar objetivos y dirigir equipos. Uno de los aspectos clave, pero a menudo subestimado, de la gestión efectiva de una carrera directiva es el desarrollo de redes y relaciones profesionales.

De hecho, si tomamos como marco de referencia la taxonomía de comportamientos de liderazgo propuesta por Gary Yulk , existen 4 grandes bloques clave, con sus comportamientos asociados, que todo líder debería tener en cuenta y dominar en la medida de lo posible, tal y como se observa en la imagen a continuación:





El bloque de “relaciones externas” va mucho más allá de crear simples contactos. Se trata de aspectos como actuar como un representante o embajador de la empresa hacia el exterior, estar en contacto con lo que sucede en el sector y en la competencia, y obviamente la creación de sólidas relaciones con personas relevantes.

Todo ello, constituye un activo de valor incalculable que puede impulsar el éxito profesional y empresarial. Como líderes, tenemos la obligación de cultivar y mantener estas redes, no solo para nuestro propio beneficio, sino también para el beneficio de nuestra organización y equipo.


¿Cuáles son los motivos? 


En primer lugar, las redes profesionales pueden proporcionar oportunidades de aprendizaje y crecimiento. Al conectarnos con colegas, mentores y expertos en nuestra industria, tenemos acceso a conocimientos, experiencias y e información que pueden enriquecer nuestra propia comprensión y habilidades.

Además, las redes profesionales pueden ser una fuente de apoyo y orientación. En momentos de desafío o incertidumbre (muy habituales en la actualidad), contar con una red de colegas y mentores en quienes confiar puede ofrecernos consejo, serenidad, perspectiva y el apoyo necesario para tomar decisiones informadas y superar momentos de dificultad.

Pero quizás lo más importante: las redes y relaciones profesionales pueden fundamentales para consecución de objetivos empresariales. Al construir y mantener relaciones con colegas, socios comerciales y líderes de la industria, podemos establecer alianzas estratégicas, colaboraciones y oportunidades de crecimiento que de otro modo podrían estar fuera de nuestro alcance. Nos movemos cada vez más en entornos de redes colaborativas, y en la actualidad, la mayoría de los casos de éxito empresarial se construyen a través de la colaboración.


La pregunta es: ¿cómo podemos cumplir con esta obligación directiva de desarrollar redes y relaciones profesionales efectivas?


Como cualquier hábito, requiere planificación y esfuerzo. Lo más fácil es centrarse en la operativa y no “perder el tiempo” con aspectos que no están estrictamente relacionados con las prioridades del día a día. Lo difícil, pero crucial para conseguir el objetivo, es ser proactivos en la construcción de nuestras redes, identificando primero, y participando a continuación en eventos de la industria, seminarios, conferencias y grupos de networking. Por lo tanto, se requiere de un análisis previo y una buena selección de los círculos en los que uno debe invertir su tiempo.

Y muy importante. No se trata solo de “estar por estar”, se trata de participar activamente, y contribuir de forma desinteresada. Todo lo que aportemos como líderes, más pronto que tarde lo recibiremos de vuelta con creces, por lo que debemos dedicar tiempo y esfuerzo a mantener y nutrir estas relaciones, manteniendo el contacto regular, brindando apoyo mutuo y buscando oportunidades de colaboración.

Como conclusión: el desarrollo de redes y relaciones profesionales no es solo una opción para los líderes; es una obligación. Al invertir en el desarrollo de nuestras redes, no solo estamos invirtiendo en nuestro propio éxito, sino también en el éxito continuo de nuestra organización y equipo.