Artículo de Álvaro Cárcel, Partner. 


 El año 2023 ha sido un año complejo en materia de selección, y pensamos que se trata de una complejidad que seguirá evolucionando al alza en los próximos años.

Afirmamos lo anterior, en primer lugar, por nuestra larga experiencia en executive search, que nos permite comparar cómo eran los procesos de selección hace tan solo unos años (duración de los procesos, número de candidaturas óptimas, porcentaje de ofertas aceptadas/rechazadas, etc) y como son a día de hoy. 

Y en segundo lugar, por nuestras conversaciones diarias con las empresas y sus direcciones de Personas, que nos transmiten las dificultades que tienen sus equipos de selección para cerrar con éxitos los procesos.

La realidad es que, cada vez más, los procesos son más largos, el talento disponible más escaso, y el número de ofertas rechazadas en la fase final del proceso es cada vez más elevado. 

En vista de la situación, ¿Cómo explicamos lo que está sucediendo? 

Está claro que no hay una sola causa, sino que nos encontramos ante una situación compleja que requiere un análisis más profundo. Intentamos agruparlas a continuación en 2 grandes categorías: 


1) Causas “atribuibles” a las empresas

2) Causas “atribuibles” a los/as candidatos/as


Podemos empezar analizando las causas atribuibles a las empresas:

1) Procesos de selección prolongados e ineficientes

Las empresas, en su búsqueda por encontrar la candidatura ideal, a menudo implementan procesos de selección demasiado largos y complejos. En un entorno donde cada vez más prima la inmediatez, lo anterior puede resultar contraproducente, generando frustración en los candidatos y llevándolos a explorar otras oportunidades que ofrezcan un proceso más ágil.


2) Falta de comunicación a lo largo del proceso

En muchas ocasiones, las empresas pueden fallar en proporcionar información clara sobre estado del proceso, las expectativas y los plazos. Lo anterior se puede explicar, en muchas ocasiones, por un exceso de carga de trabajo que impide a los departamentos de selección dedicar el tiempo necesario a los procesos. 


3) Ofertas poco atractivas

En un mercado laboral competitivo como el actual, las empresas deben ofrecer paquetes atractivos para atraer el talento (ya de por sí, escaso). Seguimos viendo en muchas ocasiones la incapacidad de realizar ofertas atractivas incluso conociendo las expectativas del candidato para realizar un cambio.

La falta de competitividad en términos de salario y otros beneficios puede llevar a que los candidatos exploren otras oportunidades en busca de condiciones más favorables.


4) No poner en valor la cultura empresarial

En un entorno donde los candidatos valoran cada vez más el propósito, las empresas que no priorizan la experiencia del candidato y ponen el centro del proceso su cultura organizativa puede enfrentar serias dificultades para cerrar con éxito los procesos.


5) Aversión al riesgo o miedo a tomar determinadas decisiones

Vivimos una época de escasez de talento. En el pasado, era habitual que las empresas tuvieran varias candidaturas válidas para una misma posición, lo que les permitía poder comparar antes de tomar una decisión. En el entorno actual, en muchas ocasiones existe una sola candidatura válida. Muchos hiring managers no se han adaptado a este entorno y fallan a la hora de tomar decisiones, lo que conlleva en muchas ocasiones perder a la candidatura en cuestión por una demora excesiva. 


Y seguimos con el análisis de las causas “atribuibles” a los candidatos:


1) La era del individualismo

En la sociedad actual, se observa un aumento del individualismo debido a una serie de cambios sociales, económicos y culturales. Ello explica que los profesionales, en muchas ocasiones, buscan maximizar sus propias metas y aspiraciones. Este enfoque puede manifestarse en la resistencia de algunos candidatos a comprometerse rápidamente con una empresa y desvincularse con gran facilidad de los procesos de selección en los que están inmersos. 


2) La búsqueda constante de mejores ofertas

La proliferación de plataformas de búsquedas de empleo online, así como la mayor accesibilidad a información, conlleva que los candidatos tengan acceso a ofertas constantemente a un solo click. Lo anterior puede alimentar una mentalidad de búsqueda constante de condiciones más favorables, convirtiendo a los candidatos en “job shoppers”. 


3) Impaciencia creciente

Es la otra cara de la moneda de la falta de eficiencia por parte de la empresa. Los procesos largos, con múltiples fases, pueden llegar a exasperar a unos candidatos que exigen mayor rapidez y agilidad. 

Si sumamos que, en muchas ocasiones, los candidatos están en varios procesos a la vez (ver punto anterior), las posibilidades de perder a los candidatos a lo largo del proceso son cada vez más elevadas. 


En conclusión, las causas mencionadas anteriormente proporcionan una posible explicación sobre los desafíos que enfrentan los procesos de selección. 

Sin embargo, es importante reconocer que estas no son las únicas causas que influyen en la dinámica de contratación. Existen diversas variables, como factores económicos, cambios en las expectativas laborales y fluctuaciones en el mercado, que también desempeñan un papel significativo en este complejo escenario.

La comprensión de estas causas diversas y la adaptación constante a las tendencias cambiantes son esenciales para diseñar procesos de selección más efectivos en el futuro, y cultivar relaciones empresa-candidato más satisfactorias.