Nuestro día a día

Cuando te confían un proyecto de búsqueda ejecutiva nunca sabes de antemano como va a desarrollarse, qué problemas van a ir surgiendo, ni el resultado final de la selección.

Como, evidentemente, trabajamos con personas (nuestro cliente y candidatos) necesitamos encontrar el encaje ideal entre ellos, todo ello en un tiempo limitado y con una dificultad añadida: tanto el cliente como el candidato puede que no sean “libros abiertos” con nosotros (transparentes con su información laboral). En muchas ocasiones ellos mantienen sus cartas escondidas que no mostrarán fácilmente durante el proceso.

Entonces, ¿Qué elementos son clave en un proyecto de búsqueda ejecutiva, que garantizan el éxito final?

Misión y objetivos a alcanzar

Según mi experiencia, desde un principio establecer las reglas claras y entender en profundidad la necesidad a cubrir por parte del cliente, definiendo y acordando la misión y objetivos a alcanzar.

La transparencia, condición necesaria

Por otro lado, un elemento fundamental como es la transparencia. Debemos ser claros y transparentes con nuestro cliente y con nuestros candidatos. Y, por último, el respeto y la honestidad en todo el proceso, tanto con el cliente como con los candidatos.

Empatizar

Es importante empatizar con nuestros públicos y hacer el proyecto como propio. Si no lo entiendes, si no lo aprecias… es extremadamente difícil transmitirlo a los candidatos con pasión, rigor y honestidad.

La escucha activa

La escucha activa es la herramienta necesaria que utilizamos para conseguir entender y comprender en profundidad la necesidad del cliente, así como conocer al candidato, de esta manera determinaremos si entre ellos hay encaje. 

Ejemplo: la entrevista con el candidato

Es peligroso que llegues a la entrevista ya con una decisión tomada respecto a esa candidatura, por la información que tienes previa. O, quizás, en el momento en que ves al candidato o candidata, por su apariencia, puedes ya tomar una decisión, positiva o negativa. O incluso, durante la entrevista, ese candidato puede decir una palabra o una frase que nos causa un sentimiento positivo o negativo y por lo tanto condiciona nuestra evaluación. Nos transportamos, podemos salir de esa conversación, seguimos estando presentes, pero no estamos escuchando activamente y, por lo tanto, es difícil ser objetivos. Difícil huir de esos prejuicios.

Es necesario entrar en la entrevista libre de prejuicios, además, durante la misma estar perfectamente enfocado en escuchar y entender al candidato o candidata. Debemos preocuparnos en conocerlo.

Una vez haya terminado la entrevista, cuando estemos solos, comenzaremos con la evaluación del candidato, teniendo todavía, el recuerdo muy vivo y presente.